Sobre el Aprendizaje Experiencial: Jugando a ser Arquitectos/as

En el Taller de arte las niñas y niños aprendieron, por ejemplo,sobre las leyes físicas cuando tuvieron que construir la maqueta de una casa con material reciclado, allí se las vieron canutas para idear como levantar las paredes, aprendieron matemáticas pues algunos usaban la regla para medir el hueco del techo, otros simplemente usaban “el ojímetro” o “el manometro” desarrollando la percepción espacial. Por supuesto, la sicomotricidad fina estaba presente, las casas tenían una escala pequeña (según el caso) asi que tenían que manejarse con piezas pequeñas,con las tijeras, el celo, el cartón y el pegamento, etc.
Mientras aprendían sobre física, matemáticas, arquitectura, color, forma, volumen, textura, y etc etc etc las niñas y niños no paraban de imaginar, ¿quien vivirá en esa casa? algunos (la  mayoría) diseñaron muebles y decoración para la casa, y hubo de todo, fuentes de pintura de colores, ventanas en el techo para ver las estrellas, toboganes de acceso a la vivienda, hasta una piscina en la que vivía un pulpo de plastilina!! realmente fue emocionante este taller, fue todo un reto para ellxs. Después de esas sesiones, en clase se escuchaban preguntas como, “Maria ¿puedo crear?” o “ese sistema para levantar paredes lo inventé yo”. Acostumbrados a ejercicios demasiado pautados, con aquel taller se sentían libres, autónomos, fue divertido porque fue un reto para su destreza y su imaginación.
No debemos subestimar a los niñxs, en absoluto!, ellxs tienen la libertad que desearíamos para los adultos. No tienen límites, no tienen miedo. El arte es un medio perfectamente óptimo para desarrollar la concentración, la identidad, el autoaprendizaje.
La fantástica quiere ofrecer un soporte para esxs niñxs sin miedo, con ganas de demostrar que ellxs si que saben, que son sorprendentes, originales y que no tienen vergüenza de decirlo y demostrarlo, son gente de acción y  fortalecer su autoestima con este tipo de retos es muy importante.